El tal «Paro Agrario»

A mí la ecuación no me cuadra, cómo es que el mundo consume al año 170.000 millones de dólares en frutas y hortalizas como papaya, piña, fresa, mango, aguacate, cebolla de bulbo, ají- y mientras tanto algunas personas en Colombia siguen empeñadas en creer que hay que cerrar la economía para que nuestro agro pueda ser competitivo.

Así es como se da la paradoja en Colombia: al tiempo que algunos grupos de interés quieren mejorar sus cuentas a punta de paros y presiones, un grupo de emprendedores rurales decide pasar a la acción y plantear una transformación productiva del agro colombiano. Queremos pensar y actuar diferente para tener logros diferentes.

Es por esto que en el @PTPColombia, de la mano de Asohofrucol, los Ministerios de Comercio, Industria y Turismo y Agricultura y Desarrollo Rural, más de 30 entidades internacionales, nacionales y regionales y empresarios de todos los tamaños, formulamos un Plan de Negocio para el sector hortofrutícola, que desafía la forma como históricamente hemos hecho los agro-negocios.

Lo primero en esa transformación productiva es comenzar desde la demanda, es decir producir aquello que el mercado compre y los consumidores estén dispuestos a pagar hoy y mañana. Esto implica no «producir por producir» lo que siempre hemos hecho, sino lo que el mercado compra. Por ejemplo, Estados Unidos concentra más del 40% de las importaciones mundiales de Aguacate Hass, se estima que las importaciones totales en 2029 superen los 2.400 millones de dólares, teniendo Colombia una excelente oportunidad para abastecer este mercado.

Lo segundo en la transformación productiva es identificar los lugares adecuados para la producción; es decir, especializar las zonas de producción en el país, de acuerdo a sus condiciones ambientales para maximizar el potencial productivo. Por ejemplo, mientras la producción de cebolla en sitios tradicionales de altura como la sabana Cundiboyacense tiene rendimientos de 23 toneladas por hectárea, en el Cesar hay cultivos experimentales que han llegado a 43 toneladas. ¿Qué tal producir cebolla en la Guajira o Fresa bajo invernadero en Boyacá?

El tercer paso es crear paquetes tecnológicos adecuados a las condiciones de nuestras áreas de producción. Para ello necesitamos trabajar de la mano de instituciones enfocadas en promover investigación que permita desarrollar semillas y plántulas con la calidad exigida por los mercados internacionales, además de optimizar la producción.

El cuarto paso es inducir el emprendimiento y el desarrollo empresarial en el campo. Que nuestros productores sean propietarios no sólo de tierra, sino de empresas rentables, que desafíen sus modelos de negocio para competir y crecer. Qué horror tanta asociación de productores que se juntan sólo por el subsidio; qué bueno por las nuevas empresas que se crean para llegar a los mercados.

Y son estas nuevas empresas (no el gobierno) las que aprovechan los mercados internacionales, donde se valora con un mayor precio el esfuerzo en calidad que adelantan nuestros campesinos emprendedores.

El mercado está ansioso y ávido de ver a Colombia como una despensa de productos agrícolas, pero sólo con la transformación productiva de nuestras mentes y empresas aprovecharemos esta oportunidad.

Menos paros y más acciones diferentes.

Camilo Montes,
Gerente General Programa de Transformación Productiva.

20 comentarios en “El tal «Paro Agrario»

  1. El esfuerzo del Estado, cada día es creciente,(no solo en intensiones, sino también en recursos, especialmente económicos), que falta mucho, SI, y al hacer se quiere mas y mejores resultados… Para mi el fondo es: Actitudinal (la transformación productiva es fruto de sinergias, conocimiento, innovación y desarrollo tecnológico, eso es cambios en los Modelos Mentales) y Coyuntural (estamos en un tiempo de «aprovechamiento» político, en el cual lo mas facil es criticar, juzgar y sancionar. así el problema tenga mas de 10 décadas)… Talentos emprendedores, soñadores y dinamizadores, seguimos necesitando, adelante…

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  2. Excelente articulo, en Colombia siempre se ha hablado de las oportunidades del sector, pero las cifras de producción y exportación no cuadran con este potencial agrícola. El mercado necesita diariamente productos de calidad y en volumenes considerables; lo que debemos es reconocer que el cambio debe venir de cada uno, productores, empresarios, con apoyo institucional. El plan de negocios del sector abre un nuevo camino para convertir a Colombia en líder regional y ya estamos avanzando para lograrlo.

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  3. Las peticiones del Agro siempre han sido justas: medidas realmente efectivas sobre las deudas, los créditos y los insumos, mejor control a la revaluación, control a las importaciones y equilibrar los precios internos con recursos de la Nación.

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  4. ala pero es que yo no soy un experto y estas ideas lucen clarisisimas!

    lo otro, por qué Juan Valdez no sigue modelos de negocio como Starbucks? por qué en China hay un starbucks en cada esquina y no un Juan Valdez? por qué nos cuesta tanto vender en el mundo nuestros productos carajo >_<

    lo otro, Colombia destaca en el mundo por su café, por su marihuana y su coca, productos 100% agrícolas… ¿por qué solo esos?

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  5. Se les olvidó mencionar que con el dicho TLC la mayor parte de los alimentos que se consumen son importados de otros países a Colombia y éstos productos importados entran a competir en el mercado con precios muy bajos. Que el pequeño y mediano agricultor no cuenta con respaldo ante un negocio que bien viene siendo de mediado y largo plazo, que muchas veces las cosechas no se pagan al precio que genere una ganancia útil, que cubra los costos de producción y/o los créditos de financiación. Que el territorio colombiano a diferencia de otros países posee altos niveles de violencia lo que ocasiona el desplazamiento forzado, es decir, pueden haber tierras, pero no las dejan producir debido a la guerra. Un negocio para exportación requiere de una inversión muy alta y no cualquiera puede acceder a esos mercados, los riesgos aumentan cuánto más se piensa en calidad. Y las políticas agrarias actuales solo hablan de créditos para comprar insumos agrícolas, entre ellos agroquímicos o pesticidas. Es inevitable que como no todos se llevan la misma parte del pastel, haya un paro nacional agropecuario para buscar mejores políticas y respaldo para los productores nacionales.

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    • Andres, es importante que tengas en cuenta en que consiste un TLC. En general hoy los productos agricolas no entran al pais sin aranceles, el proceso de desgravación toma su tiempo. Achacar a que hoy los precios son bajos gracias a los TLC no es totalmente cierto. De todas maneras bienvenido el debate. Uno de mis puntos es que producir lo que compra el mercado.

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  6. De acuerdo en que debemos promover un cambio de mentalidad y especializar la producción, la investigación y el desarrollo de cada sector de alto potencial en torno a un objetivo: ofrecer excelentes propuestas de valor para atender las demandas de segmentos específicos del mercado (nacional e internacional), de forma continuamente más productiva y competitiva. No descarto el nacional porque incluso nuestros sectores estratégicos deben estar preparados para a ganarle a las importaciones en casa con mejores productos y precios. En torno a este objetivo: que crees que contamos con una política industrial sólida apalancada en los presupuestos general de la nación (incluyendo la diversidad de fondos que hay) departamentales y municipales? Realmente el MICT tiene «dientes» y los recursos necesarios en el presupuesto de inversión y marco de gasto de MP para impulsar de forma contundente la transformación productiva, complementando el buen trabajo de gestión de los planes de negocios sectoriales que el PTP viene desarrollando?

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  7. Hola Camilo, me gustan mucho sus artículos y boletines, porque definitivamente es lo que necesitamos… gente que deje de hablar y hablar de problemas, soluciones politiqueras y serruchos; y en cambio proponga soluciones de hecho para un mejor país. La paz no está en un documento en la habana, está en crear oportunidad para todos los Colombianos independiente de que estén ubicados en la zona rural o en la urbana.
    Sin embargo, quiero hacer una anotación con respecto a las oportunidades actuales para motivar a los colombianos a volver al campo. Unos amigos míos decidieron dejar la ciudad para radicarse en Subia muy cerca de la ciudad y cultivar productos orgánicos; sin embargo su primer problema fue el hecho de que el 90% de los banco no presta dinero para compra de fincas, no es una «garantía idónea». Intentaron en varios y nada. De hecho el mismo banco agrario tampoco les prestó dinero porque no habían garantías. En este sentido veo un gran obstáculo para hacer que la gente con conocimientos vuelva a aplicarlos en el campo si ni siquiera es posible acceder a las tierras. En últimas tuvieron que conseguir el dinero con prestamistas a un alto costo de interés.

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  8. Camilo luego de ver el debate en cablenoticias hoy acerca del paro campesino me qued amuy claro que estamos ante dos extremos muy dificiles de conciliar. Por un lado tenemos a los agricultores tradicionales que realmente su posición es que quieren que el país se cierre completamente al libre comercio y que además demandan que s eles garantice por sobre todo que se les va a comprar sus productos a un precio mínio así este sea artificial. Por otro lado el gobierno le apunta a llevar el campo a un proceso de modernización que le permita competir en mercados internacionales y volverse un gran negocio que sea verdaderamente rentable en su operación. ¿Como vamos a hacer que estos dos puntos se encuentren? ¿Como vamos a hacer que los jovenes emprendedores miren al campo como alternativa viable y atractiva? ¿Como vamos a agrupar a la viaja agricultura a pequeña escala en clusters que les permita tener economis de escala? Esos son los retos que tenemos por delante.

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  9. Interesante leer los mismos planteamientos de los economistas clásicos que viven del diagnóstico o los sobre diagnósticos, que tocan los efectos como si fueran la raíz de los problemas. De manera clásica y sonaría obvio que la gente debe producir únicamente lo que se demanda. Eso estaría bien si se tratara de tornillos u otros aparatos; sin embargo hay un error que los economistas clásicos no han podido entender: La soberanía alimentaria no es negociable, es un patrimonio de la humanidad. Es un absurdo pensar que una persona se nutre con únicamente aguacate Hass, miles de hectáreas de café y frutas del trópico, sin pensar sobre los impactos actuales que está generando la agricultura extensiva sobre el mismo planeta y que ya la ONU ha definido que por modelos de producción que sirven a la economía pero no a la sustentabilidad somos una especie inviable. Muy interesante el planteamiento de que se deben producir en donde hay mayor productividad; sin embargo hay una paradoja, pues en Colombia se premia a una economía extractiva, impidiendo esa condición. Vale la pena mencionar y recordar los desastres de Bahía Solano y Prima Colombia Hardwood,como también lo del parque Tayrona; gente que no es de Colombia declarando privado el territorio nacional… Entonces, ¿será posible producir cuando la tierra es más privada que antes y que ni siquiera en estos momentos es de los Colombianos?
    Igualmente muy interesante sobre los paquetes tecnológicos; eso no es nuevo, eso viene desde hace 11 presidentes contando con el actual, con estudios laureados que reposan en las bibliotecas pero que nadie opera, porque ni hay voluntad política ni mucho menos las maquinarias que tienen secuestrada a nuestro país van a dejar de recibir sus tajadas por invertir en los «mugrosos chusmeros», como se lo escuché a varios señores del jet-set de la industria nacional. Bastante acertado que nuestros productores tengan tierras y que muevan sus propias empresas; sin embargo por la otra cara de la moneda de qué sirve tener tierras, recursos para crear empresas cuando al campesino le restringen el acceso a crédito; presenta los famosos proyectos, juegan con su tiempo y al final los recursos terminan para los mismos latifundistas y burócratas que tienen a su servicio a mucha gente (por no decir los campesinos de corbata).Sin mencionar lo de la propiedad industrial de las semillas con e famoso UPOV y que restringe al campesino a comprar semillas malas, que únicamente sirven para gastar agroquímicos y demás insumos de manera indiscriminada, dando como resultado productos que no cumplen con los mínimos estándares fitosanitarios para poder ser la famosa despensa alimentaria que la tecnocracia balbucea todos los días.

    El problema del agro solo es la punta del iceberg de aspectos que son de mayor cuidado:

    1-Pérdida de la soberanía nacional: Hoy cualquiera viene, plantea negocios de boca y ya tenemos los mega negocios, sin tener en cuenta los efectos sobre la gente que hay detrás, incluso futuras generaciones. Al final esos excelentes negocios terminan siendo unas grandes tumbadas. (tal como ocurrió con el Parque Tecnológico de Antioquia, los mexicanos y el negocio de las plántulas de estevia y que quebraron a esa institución). Pregonan de la inversión extranjera pero a qué costo y beneficio. Hoy Colombia no es de los colombianos, es de cualquiera que llegue con capital golondrina, con apellido y hablado raro y ya estamos dizque lamiendo botas.

    2-Ineptitud total de las instituciones del estado: TODAS las instituciones del estado han perdido su legitimidad, lucen como islas, queriendo ser los protagonistas, entregando soluciones de corto plazo para mantener contentos por un ratico a una población cada día más agitada y cansada de tanta corrupción. Gracias por ese papayazo que están dando, a su burocracia y sus modelos estériles de gobernanza que a leguas se nota no es para las mayorías sino para unos cuantos privilegiados; hoy es todo un hecho que se está gestando un movimiento civil que muy pronto dará de qué hablar, que combina las vías de hecho y el cerebro (peligrosa combinación por cierto).

    Muy interesante que se miraran las propuestas desde otras ópticas y que muy valientemente nuestros campesinos apoyados por una comunidad científica exiliada en el exterior, que no come cuento de las maquinarias usureras, la mermerlada y que no creen que es tiempo de volver proponen sin ceder un solo céntimo:

    A- ESCUELAS DE GOBIERNO Y DESARROLLO RURAL:
    No es posible hablar de productividad del campo cuando los políticos y los latifundistas son los que deciden qué producir. a qué precios y bajo qué condiciones especulativas y hasta definen en qué se destinan los recursos para la creación de las empresas que tanto se anhelan, marginando a los que tienen el mayor derecho de estar y que son los que están en la calle hasta las últimas consecuencias en estos momentos. Una escuela de gobierno rural debe propender por políticas públicas serias, que permitan acercar con mayor eficiencia la oferta tanto pública como privada en materia de educación pertinente para el campo para que nuestra población joven no engrose el círculo vicioso del facilismo, un mayor desarrollo en ciencia y tecnología aplicada para más y mejores empresas del campo, poniendo en cintura a las universidades y los famosos centros del saber para que cumplan su compromiso en extensión social y dejen de ser un vulgar negocio. También debe vigilar por el diseño y operación de mejores esquemas asociativos que no vivan del subsidio y los vagos en acción que el mismo estado diseña y ejecuta para sostener su burocracia clientelista, como tampoco de las relaciones explotadoras y de esclavitud moderna del subarrendamiento de la tierra o de proyectos sobre los cuales el pequeño productor siempre pierde. Una escuela de gobierno debe fortalecer la particularidad de los territorios en donde sea el pueblo el que decida sobre la economía de su región y que fortalezca así una política pública para lo rural seria, diversa, que aprovecha las pocas ventajas comparativas que nos quedan (porque hoy todo se lo repartieron a los de afuera), con baja intervención de los tecnócratas que saben mucho de la técnica pero poco del ser humano como un todo. Hoy pasa todo lo contrario: detrás de un escritorio unos cuantos legislan pero no se sabe para quién…

    B- FORTALECIMIENTO DE LAS ACCIONES DE CONTROL SOCIAL A LAS LOCOMOTORAS MINERAS Y ENERGÉTICAS DEL PAÍS:
    Absurdo pensar que el conflicto se terminará cuando se firme un papel en tierras extranjeras, cuando hay un nuevo enemigo que fue fomentado legalmente por el mismo estado. Hoy se ven sus consecuencias en desastres ambientales por la minería ilegal, cada vez menos agua disponible para la producción agrícola y pecuaria, menos tierra productiva porque el 95% del país lo entregaron en títulos mineros o hicieron chanchullo para agricultura extensiva, no hay salud y la famosa justicia humana no opera. Por mucha C+T+i que se haga, es claro que ya no es posible salvarnos como especie, demostrando que somos un desastre. Lo único que podemos hacer es que las consecuencias lleguen más tarde y llevar una vida con la poca dignidad que nos queda para ver si de pronto con la esperanza se alcanza…

    C- UNAS INSTITUCIONES QUE REALMENTE SIRVAN A LO PÚBLICO:
    Reitero, el problema no es el agro, el verdadero problema es que las instituciones que decían representar al pueblo colapsaron por su propio peso burocrático; mientras el pensamiento y la acción universal están mutando hacia una economía del siglo XXI que exige a la gente como el centro, las instituciones vetustas siguen con el modelo del siglo XIX del mercado como el centro. GRAVE ERROR. Las instituciones que sirven a lo público empoderan, no limitan, no excluyen, no trabajan por intereses de particulares y mucho menos atesoran el poder, aspectos que nos hacen falta como país que ya ni identidad tiene porque nos han vendido la falsa moneda que afuera está el progreso…

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